Historia de la joyería: desde el Renacimiento hasta la actualidad
La historia de la joyería no ha parado de evolucionar desde la antigüedad. Siempre nos ha gustado adornarnos con joyas: pendientes, collares, pulseras, anillos, broches, etc. Desde la Antigua Grecia, hemos usado joyas como complementos de moda y también se han utilizado como parte de la liturgia religiosa, con la joyería religiosa de la Edad Media.
En este artículo del blog, abordaremos la evolución de las joyas desde el Renacimiento hasta la actualidad.
Joyas del Renacimiento (s. XIV - XVI)
Las joyas adquirieron gran importancia durante el Renacimiento. En esta época de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, las joyas eran consideradas un símbolo de prestigio y poder
En el siglo XV, las joyas tenían un papel relevante en la moda y estaban ligadas a la Corte. Son conocidos los trajes de pedrería, hechos de terciopelo y seda, y bordados con pedrería y perlas.
Durante el Renacimiento, los trabajos de joyería se realizaban siempre bajo la tutela del gremio. Los joyeros y orfebres renacentistas lograron enriquecer las técnicas aplicadas en joyería, por ejemplo, usando nuevas tecnologías que les permitieron tallar piedras de mayor dureza y realizar grabados tallados sobre gemas.
En el proceso de creación de las joyas, primero dibujaban o grababan los colgantes, gargantillas o sortijas y posteriormente llevaban a cabo el labrado del oro, el esmaltado y el engarce de las piedras.
Las joyas renacentistas más populares fueron el camafeo o broche con retrato en miniatura, así como los colgantes, concretamente los llamados “pinjantes”, que solían estar adornados con gemas y esmalte.
Los motivos ornamentales más habituales son animales fantásticos (sirenas, cabezas de monstruos y centauros), aunque en este periodo también se siguieron diseñando cruces y medallas que combinaban oro, gemas y esmalte.
La joyería Barroca (mitad s.XVI - primera mitad s.XVIII)
Durante el Barroco, a las piezas religiosas y simbólicas heredadas del pasado se sumaron otras joyas puramente ornamentales que tenían como único fin mostrar el status del portador.
Con el paso del tiempo, las joyas con formas fantasiosas, que respondían a criterios estéticos, fueron imponiéndose frente a las religiosas, como los colgantes altaret.
La fabricación de las joyas se realizaba en los gremios de orfebres locales, sobre todo en los talleres parisinos, aunque en España destacaron los talleres de Madrid, Córdoba y Zaragoza.
Entre las joyas barrocas habituales se encontraban los broches lazo, realizados en oro y diamantes, que estaban inspirados en los lazos de terciopelo y seda que se cosían en el peto para marcar el escote de las mujeres.
En el siglo XVIII, predominaron las joyas con piedras preciosas. Los joyeros querían dar mayor protagonismo al brillo de la pedrería y decidieron abrir las monturas de las piezas y sujetar las gemas al aire para dejar que la luz se reflejase al traspasar las gemas.
La joyería en el siglo XIX
En el siglo XIX se usaron joyas de gran variedad de estilos, desde piezas de joyería neoclásica hasta joyas neobarrocas, además de las joyas típicas del Romanticismo, cargadas de simbolismo y emoción.
En este periodo de la historia de la joyería, nacen las joyas transformables y polivalentes, las cuales se usaban de día o de noche dependiendo del protocolo social definido para cada ocasión. Así, surgieron los pendientes desmontables, que se podían acortar, o los broches florales de diamantes, cuya flor se podía desarmar y usarla por separado.
Durante el día se usaban joyas más discretas y sutiles, mientras que por la noche era más frecuente llevar joyas más exuberantes como conjuntos de perlas o gargantillas con diamantes.
La joyería de principios del siglo XX
La Belle Époque se caracterizó por ser una etapa de riqueza, refinamiento y sofisticación, con reminiscencias artísticas del pasado.
El francés Louis Cartier fue el gran representante de la joyería de la Belle Époque, quién inspiró sus creaciones, sobre todo, en diseños de joyas del siglo XVIII.
Destacaron las joyas de diseños delicados, tan preciadas entre los coleccionistas de joyas. Las joyas del Art Déco, realizadas en los años 20, se distinguen por su colorido y los diseños geométricos, con inspiración egipcia.
Predominan las joyas con piedras preciosas como diamantes, zafiros y lapislázuli, además del uso de otras piedras como coral y perlas. Enmarcar el diamante en esmalte negro era una práctica muy habitual, creando diseños en blanco y negro.
Joyas de los años 40 y 50
El oro fue el principal metal precioso empleado en los años 40. Cadenas cilíndricas, tubos de oro con líneas sinuosas y broches grandes con motivos florales se fabricaron con oro.
Después de la Segunda Guerra Mundial, siguieron siendo muy populares las joyas de oro combinadas con gemas como diamantes, turquesas y amatistas.
Firmas de alta costura como Dior, Chanel e Yves Saint Laurent vistieron a mujeres glamurosas de esa época. Grace Kelly y Jackie Kennedy, quienes se convirtieron en un referente de estilo y pusieron de moda los collares de perlas.
Joyas a partir de la segunda mitad del siglo XX
En la década de 1960, los ingleses dominaron el mercado de la moda y las joyas, con un estilo más pop. En esta etapa de la historia de la joyería, destacan joyas grandes: pulseras, gargantillas y pendientes XL de colores saturados o metalizados de inspiración futurista.
Firmas italianas como Gucci o Ferragamo se convirtieron en referentes de estilo entre los más jóvenes.
En los años 70, un referente de la joyería fue Van Cleef and Arpels, con sus piezas en oro engastadas con rubíes, esmeraldas y diamantes. Destacaron también las joyas de Bulgari, con gargantillas, pulseras o pendientes que se podían usar de día o de noche.
En los años 80 y 90 el color negro sirve de fondo para las llamativas y grandes joyas en oro pulido.
Actualmente, en el siglo XXI nos encontramos con joyas inspiradas en los estilos del pasado. Por ejemplo, piezas típicas de la Belle Époque, joyas vintage que parecen sacadas de los años 50 o joyas XL exuberantes y ochenteras.
Hoy en día, la historia de la joyería continúa escribiéndose. Siempre surgirán nuevas tendencias en joyería, como los collares de letras o las joyas minimalistas, que, en algunos casos, trascenderán en el tiempo.
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